lunes, 23 de noviembre de 2009

Tesis sobre las tareas de la izquierda en Argentina


Por Corriente Praxis

I

El levantamiento popular de diciembre del 2001 constituyó un momento histórico de ruptura con el período precedente. No porque haya supuesto alguna “revolución democrática”, una “dualidad de poder” o el inicio de la revolución social en Argentina, sino porque dio por concluido el período de retroceso y desorganización del movimiento popular en el que las luchas de resistencia permanecían aisladas mientras las políticas neoliberales aún mantenían una importante base social. El curso abierto por el argentinazo sacó a la izquierda de su reducida audiencia para proyectarla hacia amplias capas de la población. En el período de crisis inmediatamente posterior, ella cumplió un papel relevante en todos los movimientos de lucha y organización, junto con un amplio arco de movimientos sociales, tanto piqueteros como asambleístas y asalariados. Sin embargo, ninguna de sus expresiones particulares alcanzó algún grado de influencia nacional que la vuelva una alternativa para millones de trabajadores. La izquierda revolucionaria está hoy más fragmentada que antes en una constelación de pequeños partidos, corrientes y núcleos dispersos y enfrentados. Mientras no logremos constituirnos en una alternativa viable para millones, que sea capaz de tender un puente entre la vanguardia combativa y las amplias masas que permanecen presas de los partidos y la ideología dominante pero que desean acabar con la pobreza y el desempleo, se seguirá dilapidando la energía de miles de militantes socialistas y activistas sociales en infinitos combates sin plan ni estrategia.

II

La crisis estatal generalizada abierta en el 2001 fue finalmente cerrada con la asunción del gobierno de Kirchner. La clase dominante logró contener y luego canalizar la crisis general y la irrupción popular, rescatando a las maltrechas instituciones profundamente deslegitimadas, mediante pequeñas concesiones y medidas demagógicas. Los distintos sectores de la clase dominante cierran filas detrás del nuevo gobierno, y tiende a resquebrajarse la alianza social de los explotados y los sectores medios que constituía la expresión más clara de la crisis orgánica nacional, bloqueando la tendencia a la radicalización política de masas y el potencial expansivo de las fuerzas revolucionarias. Sin embargo todas las tareas pendientes que exigen en primer lugar enfrentar al imperialismo, re-industrializar al país y dar empleo a millones de desocupados, dejar de pagar una deuda externa que hipoteca cualquier proyecto nacional, redistribuir la riqueza que es una de las más desiguales del mundo, sacar al 40% de la población de la pobreza y restituir los derechos laborales a un movimientos obrero que padece de casi un 50% de trabajadores en negro, siguen estando pendientes. El nuevo gobierno que declamaba construir “un país en serio” ha dado continuidad a las políticas neoliberales basadas en la privatización de las empresas, el acuerdo con el FMI y la flexibilización del mercado laboral, reforzando el modelo exportador basado en el petróleo, la soja y otras materias primas. Son estas razones de fondo la que siguen alimentando las nuevas luchas salariales contra el cepo que impone el Ministerio de Trabajo y las burocracias sindicales, las que dan sustento a los reclamos docentes y de la comunidad universitaria por el aumento del presupuesto educativo y las que fogonean el reclamo de los trabajadores de la salud. Estas reivindicaciones pendientes se enmarcan en una nueva etapa de la lucha de clases: Los avances que experimentó la conciencia de las masas son elementos políticos perdurables, expresando las tendencias internacionales de rechazo a las políticas neoliberales, a las recetas fiscalistas o cuestionando la privatización de los recursos naturales y las industrias estratégicas. Esta disposición de fuerzas sociales es la que explica que la vanguardia de lucha, los sectores más combativos de los piqueteros, del movimiento estudiantil, los trabajadores y las empresas recuperadas, aunque han retrocedido respecto de su punto más alto en el 2001/2002, sigan siendo un factor político, facilitando la construcción de alternativas políticas de izquierda incluso en un momento de reflujo.

III

Con la avanzada neoliberal el repudio a los viejos partidos, que se volvieron instrumentos directos de los bancos y el gran capital, se generalizó y el rechazo a la política en general se volvió un sentido común popular. En las franjas de luchadores movilizados esto produjo un efecto contradictorio. Por un lado desarrolló una saludable tendencia a la democracia directa y a la resolución de los problemas políticos mediante la intervención de las bases. Por el otro favoreció el protagonismo de corrientes autonomistas y anti-partidistas en general, que se desarrollaron en confrontación directa contra las organizaciones de la izquierda y limitaron fuertemente el horizonte estratégico de los movimientos de lucha. Los movimientos autonomistas creyeron que podían traducir las aspiraciones participativas y la práctica asamblearia de las bases en un movimiento auto-gestivo de carácter alternativo y paralelo al poder del estado. El grito de NO, que uno de sus líderes intelectuales, John Holloway lanzó a los cuatro vientos, era sobre todo un No a envolverse en las cuestiones del estado, lo que impugnaba cualquier confrontación con el poder político dominante. El resultado no fue la expansión de las conquistas sociales y políticas democráticas o la extensión de los circuitos de producción desalienada, sino la vuelta a la normalidad capitalista. La conclusión natural de este proceso ha sido que sin organización y sin una alternativa política revolucionaria en oposición a la burguesía, el movimiento de masas y su extraordinario ejercicio de democracia directa no pueden impedir la recomposición de las instituciones de la burguesía, el reflujo de la lucha y de las asambleas, y la desorganización del campo popular. En cuanto la fracción “progresista” del partido del orden subió a la presidencia, algunos de los movimientos autonomistas que habían lanzado una guerra de bolsillo contra las corrientes y la militancia de la izquierda partidista y que habían practicado la indiferencia frente a la cuestión del poder, se volvieron simpatizantes del partido estatal que ahora los recibía en los ministerios o cayeron en la más profunda desmoralización. Tanto en el movimiento piquetero, como en las organizaciones de derechos humanos y en las bancadas parlamentarias demostraron ejercer prácticas de verticalismo y autoritarismo. Es que bajo el rechazo a los partidos se oculta la liberación de los dirigentes respecto de todo control colectivo y de toda exigencia y responsabilidad frente a la militancia o incluso el electorado. Mientras el anti-partidismo fracasó en mostrar una alternativa de emancipación mediante el auto-gobierno y la “auto-producción bio-política de la vida”, u otros medios de sustraerse ilusoriamente a las relaciones mercantiles capitalistas y a las instituciones de poder, no tomó nota de que éste, por el contrario, no es indiferente a los movimientos y las rebeliones populares. Así, el autonomismo mostró la más palmaria impotencia cada vez que tuvo que responder políticamente a la represión estatal, fundamentalmente contra el movimiento piquetero. El proceso abierto por el argentinazo ha dejado ya una importante lección que trasciende las fronteras nacionales: la cuestión de construir una alternativa política de masas, de confrontar con el poder del capital y el estado burgués, siguen siendo hoy el punto central de cualquier estrategia revolucionaria.

IV

La izquierda socialista sería muy poco autocrítica si viera en el auge de los movimientos autónomos y del sindicalismo independiente solamente un obstáculo y no comprendiera, que en parte, el rechazo de franjas de luchadores a las organizaciones existentes se debe a los gruesos errores cometidos. Es que en ocasiones las disputas facciosas entre las propias corrientes de izquierda han ido en detrimento del movimiento de lucha porque se han priorizado la capitalización organizativa de cada una de ellas antes que la construcción política común para desarrollar el movimiento de masas aún incipiente. El ejemplo más bochornoso fue el de las asambleas populares, que favoreció su disolución y en muchos casos su integración política mediante el municipio. En el seno de los movimientos piqueteros cada corriente creyó que debía usufructuar la lucha de decenas de miles de desempleados para fortalecer su propia corriente y por eso el frente único muy positivo que a veces se logró fue recurrentemente malogrado por diputas aparatistas. Lo que caracteriza la situación de las más diversas tendencias y organizaciones partidistas de la izquierda es la primacía de su lucha interna y su división, constatada por decenas de miles de luchadores. En algunas organizaciones el fraccionamiento fue el correlato de un espíritu estrecho, resguardando su doctrina antes que someterla a la prueba de la realidad y en consecuencia aislándose y absteniéndose incluso de participar en los movimientos de lucha populares más importantes a los que consideró impuros desde el punto de vista programático. El período de luchas abierto en el 2001 no logró imponer en la agenda política la cuestión de la unidad de las fuerzas revolucionarias no sólo en la acción sino como proyección política, a pesar que la inmensa mayoría de ellas se colocó desde posiciones clasistas en el campo de la oposición al nuevo gobierno peronista. El escisionismo se volvió suicidio político, puesto que para las amplias franjas de la población que despertaron a la vida política golpeadas por el látigo de la crisis capitalista era imposible reconocer entre las más diversas corrientes revolucionarias la justeza de tal o cual planteo, sobre todo porque ninguna de ellas lograba por sí sola transformarse en un polo de reagrupamiento revolucionario, ni se encontraba aún en la propia realidad los elementos que demostraran la superioridad de tal o cual postura. El separatismo fue alimentado por la ilusión de que se podría alcanzar la masa crítica suficiente para construir un partido de la clase trabajadora al margen o incluso contra las restantes organizaciones de la izquierda revolucionaria. La consecuencia, como sabemos, fue catastrófica. El anti-partidismo se alimentó en el suelo de los errores, la lucha sin fin y el aparatismo de las corrientes partidistas.

V

Todas estas son manifestaciones prácticas de una concepción de partido falsa y adulterada, que invoca la tradición de Lenin y la experiencia del bolchevismo como soporte teórico y político para construcciones sectarias y aisladas de las masas, en cuya raíz se encuentra una teoría evolutiva, vulgar e históricamente fallida de construcción partidaria. Teoría evolutiva por la cual cada núcleo debe pasar por auto-desenvolverse como grupo propagandístico, partido de vanguardia y partido con influencia de masas sucesivamente, en una formación independiente, monolítica, sin disidencias, alas, grupos, fracciones y tendencias a su interior, sosteniendo un pequeño aparato propio, con sus rentados, sus finanzas, candidatos, durante años y decenas de años, sin que sus estructuras cambien con el tiempo. El fundamento está en la exigencia de sostener un micro-partido que está llamado a actuar como si fuera el representante genuino de los trabajadores, denunciando a los demás sobre la base de consideraciones reales o fantásticas pero imprescindibles para delimitar el campo organizativo y sostener su propio grupo. En nuestro país, a pesar de las diferencias de cantidad existen por lo menos sesenta y siete grupos socialistas revolucionarios. Evidentemente no estamos ante una casualidad, sino frente a los efectos de un método partidista que ha hecho eclosión y pulverizó al movimiento revolucionario. Esta concepción ha sido muy extendida en nuestro movimiento, el trotskista, tal vez como consecuencia de las condiciones de adversidad y aislamiento que prevalecieron en el período en que la socialdemocracia y el estalinismo dominaron con puño de hierro al movimiento obrero. Así, la corriente trotskista más importante de América Latina, la fundada por el dirigente Nahuel Moreno, a pesar de sus méritos innegables en muchos terrenos se apoyó en la misma concepción partidaria monolítica y en un falso “leninismo” que fue confundido con firmeza política o espíritu revolucionario. La crisis y las sucesivas rupturas del MAS desde el año 1988 no son ajenas a esta concepción organizativa en la que las disidencias fueron incapaces de ser asimiladas. Las posteriores equivocaciones oportunistas a comienzos del ’90 y la falta absoluta de orientación en una década de un profundo retroceso de la clase trabajadora, estropearon definitivamente el intento más serio de constituir una organización socialista revolucionaria inserta en la clase trabajadora.

VI

La lucha de tendencias al interior del movimiento marxista no sólo es inevitable, sino el único metabolismo imprescindible que posee un movimiento revolucionario para corregir sus errores y someter a la prueba de la realidad práctica los diversos puntos de vista. Confundir esa lucha con el escisionismo es lo que ha llevado al impasse destructivo y aparatista en la izquierda argentina. Al mismo tiempo, para evitar el aislamiento y tener capacidad de acercarse a las masas, muchas veces se utilizan atajos políticos oportunistas, ya sea ocultando las divergencias de fondo entre el socialismo y el nacionalismo burgués, o absteniéndose de una batalla ideológica y política imprescindible contra las estrategias de colaboración de clases. Mientras las tácticas electorales o de otro tipo son necesarias e incluso inevitables, ellas han sido muchas veces el vehículo para el debilitamiento de las posiciones de la izquierda clasista más que para acercarla a las masas. Este balance no es artificial, puesto que en Sudamérica gobiernos de centroizquierda pro-imperialista y defensores de la estabilidad capitalista se desarrollan en Argentina, Brasil o Uruguay, donde la izquierda en muchas ocasiones ha borrado su propia independencia y ocultado el carácter capitalista de los mismos. La máxima expresión de esto ha sido la bochornosa participación de Democracia Socialista de Brasil en el gabinete del gobierno de Lula, infectado de corrupción y aplicador de las políticas neoliberales y fondomonetaristas. Un partido socialista y revolucionario en Argentina debe constituirse sobre la base de la experiencia política ya hecha, no sólo con el nacionalismo burgués y los partidos tradicionales, sino también con las variantes centroizquierdistas y ‘progresistas’ que se volvieron funcionales al mantenimiento del orden burgués y la subordinación al imperialismo. En ese sentido la experiencia de reeditarla tal como se proponen los integrantes del Encuentro de Rosario tendrá el mismo destino. Se debe rescatar la experiencia del argentinazo y sacar todas las conclusiones del caso, es decir que sin derribar al estado burgués, la reconstitución del régimen político que sustenta la explotación, el hambre y el desempleo serán inevitables. Argentina muestra hasta en los detalles el agotamiento de las experiencias humanizadoras del capital y las variantes redistribucionistas que se detienen en el umbral de la propiedad privada. Se trata pues de colocar como objetivo político el gobierno de los trabajadores, basado en las organizaciones de auto-determinación democrática de los mismos. Al mismo tiempo, un partido con libertad de tendencias debe buscar sobre todo su enraizamiento en la clase trabajadora, ocupada y desocupada y apuntar a la más estricta independencia de clase, puesto que sólo desde esa posición estratégica de soberanía política, ideológica y organizativa, se pueden crear las bases para la ampliación de la influencia socialista y consolidar las alianzas de todos los explotados que apunten hacia un cambio radical de todo lo existente.

VII

Con el cambio ideológico que grandes porciones de la población mundial han experimentado como consecuencia de los resultados desastrosos de las políticas neoliberales se han desarrollado nuevas fuerzas de resistencia a la guerra, al imperialismo y las clases dominantes de los distintos países, en particular en América Latina. Esto contribuyó a la experimentación de un proceso, todavía pequeño, de reagrupamiento político, que obviamente posee distinto contenido de acuerdo a las circunstancias nacionales dispares y a las fuerzas políticas que lo impulsan. Algunas de ellas en nuestro continente son expresión del desarrollo del proceso revolucionario, como la formación reciente del Partido Revolución y Socialismo en Venezuela, constituido en base a la confluencia de viejos dirigentes socialistas revolucionarios que participan en la conducción de la Unión Nacional de Trabajadores, un joven activismo sindical y círculos clasistas de diversas provincias, sobre la base de un programa transicional. Este agrupamiento no cree que la administración de Chávez sea un “gobierno en disputa” como lo cree una porción mayoritaria de la izquierda continental. Esto significa que no participa ni toma responsabilidades por la administración de gobierno, pero acompaña la experiencia de las masas, participa de todo tipo de frentes antiimperialistas, apoyas las medidas tendientes a profundizar la revolución al mismo tiempo que exige se vaya un paso más y se coloca a la cabeza de la lucha contra el golpe y el boicot de los ‘escuálidos’. Ese partido, todavía pequeño, hoy es probablemente la corriente revolucionaria que más influencia tiene en la clase trabajadora desde hace décadas si se lo compara con la experiencia de muchos otros países, reflejando un proceso de recomposición política de la clase trabajadora venezolana. Otra experiencia es el Partido Socialismo y Libertad en Brasil, formación política enormemente progresiva cuyo desarrollo es necesario apoyar. Está constituido en base a un acuerdo de siete u ocho grupos políticos de diverso origen y canaliza hoy el descontento con el PT, reflejando un estadio político transitorio del pueblo, que todavía no ha dado grandes luchas y que mira absorto el derrumbe de su propio partido en el gobierno. El programa del PSOL es ambiguo y su curso político está en disputa. A su interior conviven elementos reformistas radicales y revolucionarios y los sectores más avanzados tienen aquí la tarea de desarrollarlo y orientarlo hacia la izquierda, apoyado en la movilización de la clase trabajadora y el campesinado sin tierra. Otras experiencias se han realizado en otros países, sobre todo en el campo electoral, para darle a las fuerzas anti-capitalistas una voz en el euro-parlamento y en las cámaras de diputados de varios países. Se trata de procesos que son diferentes, heterogéneos, pues expresan realidades distintas. Pensar que se puede responder de la misma manera en cada uno de ellos, y peor aún, de forma doctrinaria, acentuando sus faltas y debilidades en vez de apostar a su desarrollo y participar activamente incluso para dar un debate y constituir un ala de izquierda en los mismos, es caer en el peor de los sectarismos, es negar lo vivo que tiene el marxismo, es rechazar la participación activa en los procesos reales en nombre de un dogma muerto. El marxismo posee un contenido dialéctico, como decía Mariátegui, un método que se apoya íntegramente en la realidad y no, como suelen asegurar detractores y falsos amigos, un cuerpo de principios de consecuencias rígidas iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales. Un programa completo pero muerto, que no puede alcanzar a las masas, puede consolar a los sectarios que olvidaron en su ejercicio introspectivo la idea fundamental que guiaba a Marx desde su juventud, cuando buscaba sobre todas las cosas que su filosofía pudiera transformarse en fuerza material encarnada en el proletariado. El que no entiende esto, despreciando el proceso de reagrupamiento que se comienza a dar a nivel internacional no comprende ni siquiera el ABC del marxismo, que lo ha entendido en forma libresca o peor aún lo trafica como excusa de su “independencia” para alimentar su “narcisismo de la pequeña diferencia”.

VIII

La idea de que un reagrupamiento político sólo es posible bajo la presión de las masas y la radicalización del movimiento obrero, es profundamente equivocada. Cómo si un repentino auge revolucionario podría de por sí construir una herramienta política revolucionaria improvisándola de inmediato, sin que un extendido trabajo de construcción política entre las masas sea realizado previamente. No se trata de esperar el momento que la historia deposite en manos de las fuerzas revolucionarias la oportunidad única, sino la de construir una organización capaz de volverse hegemónica en los medios obreros y populares mucho antes de las vísperas de los acontecimientos decisivos. Necesita, por otra parte, poseer un carácter expansivo, es decir que aunque apoyándose en los sectores de la clase trabajadora más avanzados, pueda también enraizarse en la vida de las masas, eleve su educación política socialista e incorpore a porciones crecientes del movimiento social y de la intelectualidad de izquierda. Todo este trabajo requiere mucho más que un programa de acción o un grupo de consignas adecuadas a la situación. Reducir el arte de la política socialista a la consigna o grupos de consignas justas, cuando es preciso sobre todo recrear y reinventar un ideario socialista por el que las masas sean capaces de ofrecer toda su energía, equivale a pensar que la propia “crisis capitalista” y la lucha de clases objetiva proveerán por sí mismas una alternativa socialista. Necesitamos obligadamente un trabajo de preparación y educación política, de reflexión y desarrollo teórico del marxismo, y al mismo tiempo nuevos puntos de apoyo en la experiencia práctica de las luchas y las vivencias populares, de las cuales debe nutrirse toda organización de masas. Pero para acompañar la experiencia de las masas se requiere de la suficiente flexibilidad táctica y organizativa para expresar y traducir en el lenguaje de la estrategia revolucionaria las demandas y aspiraciones de millones de explotados.

IX

La izquierda socialista tiene el desafío de demostrar que es posible salir de la marginalidad y transformarse en una fuerza política real, popular, anclada en las tradiciones y la vida de millones de explotados, que puede incorporar a los movimientos sociales, los luchadores sindicales clasistas, a las decenas de miles de militantes socialistas independientes y albergar en su interior a los diversos matices y divergencias que inevitablemente se presentan en un movimiento socialista vivo y sumergido en la lucha de clases. Esa es la tarea fundamental, clave, la más importante en el período que se abrió desde el argentinazo y en relación a ella es que debemos medirnos los socialistas revolucionarios. El objetivo en el próximo período será el de constituir un partido socialista y revolucionario con la más absoluta libertad de tendencias. Sin ese partido, sin que avancemos en esa experiencia, será imposible que el movimiento marxista en Argentina se vuelva una realidad efectiva para las grandes masas. La excusa esgrimida por algunos, respecto de la inexistencia de un proceso político y social que favorezca dicho reagrupamiento, no hace más que tergiversar la realidad. La plataforma para trabajar por un reagrupamiento de los revolucionarios son los miles de compañeros reunidos cada 20 de diciembre o 1º de mayo bajo la consigna de un gobierno de trabajadores, el frente único de las corrientes piqueteras dirigidas por tendencias revolucionarias, la confluencia de los sectores sindicales clasistas en diversos encuentros, el trabajo común para la recuperación de centros y federaciones estudiantiles, y un categórico y compartido alineamiento común frente al gobierno y el imperialismo. Nadie dice que es una tarea sencilla, pero sólo la auto-proclamación fantasiosa impediría empezar a trabajar con ese objetivo.

X

La reunión de los elementos dispersos no constituye en sí un partido con influencia en las masas, cuestión que depende de la situación de la lucha de clases y de un peso específico orgánicamente establecido que aún se debe conquistar. Pero constituiría un paso decisivo hacia dicho objetivo. Sólo sobre la base de un fuerte polo socialista y revolucionario se puede encarar con éxito una política de masa en los momentos de ascenso. De lo contrario se cae en el ridículo de pequeños grupos de algunos cientos con una limitadísima influencia intentando “guiar a las masas” desde las portadas de sus periódicos. El camino para lograr un reagrupamiento de los revolucionarios será posiblemente arduo y lleno de mediaciones. Exige la experiencia compartida en ámbitos sindicales y políticos de la más diversa especie. Para dar pasos en ese camino tenemos que abrir instancias de trabajo común, abrir el debate político, lanzar movimientos y campañas políticas conjuntas, impulsar corrientes clasistas, intentar bloques electorales, en fin, establecer un terreno de trabajo común. En el movimiento obrero debemos desarrollar las experiencias de reagrupamiento que se lograron, como el movimiento nacional por la reducción de la jornada laboral, el reagrupamiento sindical que comenzó el 2 de abril o la denominada Intersindical Clasista. Todas estas instancias pueden ser una plataforma para el reagrupamiento y contribuir a forjar una herramienta política unitaria, en la medida en que puedan elevarse desde un movimiento reivindicativo y sindical a uno de carácter clasista y político cada vez más abarcativo. En el seno del movimiento estudiantil debemos apostar a la continuidad de la recuperación de los centros y federaciones, volviéndolas cada vez más democráticas, participativas y transformando a las organizaciones conquistadas en bastiones de la lucha ideológica y política contra todo el orden existente, en primer lugar contra la privatización, las estructuras jerárquicas y el embotamiento ideológico que existe en su interior. Lo mismo puede decirse en el campo electoral, cultural, territorial o de otra índole. En el próximo período las experiencias de lucha y organización nos permitirán de manera más precisa comprender los caminos y las formas que adoptará dicho proceso. Tenemos el difícil camino de intentar un reagrupamiento político que tenga la vocación de insertarse en las masas sobre la base de una estrategia clasista y revolucionaria. De luchar contra el sectarismo y el oportunismo. De desplegar una perspectiva anti-capitalista y socialista, sobre la base de nuevos métodos, nuevos caminos, nuevos desafíos, rescatando todo lo bueno y sano de lo que aprendimos y despejando lo que está viejo, caduco y fracasado de la experiencia anterior. Nos estamos convocando a nosotros mismos, a todos los luchadores obreros, intelectuales, artistas, jóvenes y estudiantes, militantes socialistas de las generaciones anteriores y de las nuevas camadas a refundar, a reinventar, una nueva izquierda revolucionaria en nuestro país.

2006

QUEREMOS MANSIONES, FERRARIS Y VACACIONES EN PUNTA DEL ESTE

UNLP

Praxis

CONVOCAMOS A 7 y 48 EL VIERNES A LAS 18HS PARA MOVILIZARNOS AL RECTORADO.

* AUMENTO DE PRESUPUESTO UNIVERSITARIO

* ABAJO LA LES, ARRIBA LOS SALARIOS, APOYO AL PARO DOCENTE

* QUE EL CONSEJO SUPERIOR DESCONOZCA EL FALLO JUDICIAL REACCIONARIO

“Sostener que cualquiera que se haya gradudado en el secundario puede ir a la universidad es lo mismo que decir que cualquiera puede comprarse una mansión, veranear en Punta del Este o comprarse el último modelo sport de Ferrari”. Con estas palabras el martes 28/3, la Justicia Federal falló en contra de la autonomía universitaria, la gratuidad y la publicidad de nuestra universidad declarando nula la ordenanza 271 que plantea la prohibición de los ingresos eliminatorios aprobada por el Consejo Superior en abril de 2005. Así, de la mano del juez Frondizi, la Justicia argentina una vez más ha fallado en contra de las necesidades y aspiraciones de la sociedad. Es esta misma justicia la que deja que los milicos asesinos sigan libres, la justicia de las coimas, la justicia que dejó libre a Maria Julia el año pasado, la justicia que tan poco tiene de honorable y de justa y que una vez más falla a favor de los ricos y los poderosos, en este caso de la agrupación fascista de Hoja de Roble que gobierna hace años la facultad de Medicina en pos de los intereses de la corporación de la medicina privada y en perjuicio de los miles de estudiantes que aspiran a ser médicos pero se enfrentan a una infinidad de trabas para poder estudiar.

Un disKurso. Otra Realidad

Nos dicen que mucho ha cambiado con respecto a los años 90, que se reformaron las instituciones, que en la Suprema Corte de justicia se renovó, que se defienden los derechos humanos, que se defiende nuestra salud y nuestra educación. Pero sin embargo, este fallo fue respaldado por el gobierno nacional a través de las declaraciones del Ministro de Salud quien afirmó que no necesitamos muchos médicos sino buenos. Los ricos, los empresarios, la justicia, todos quienes gobiernan este país nos dicen que pretender estudiar es aspirar a mucho: tanto como tener una Ferrari último modelo. Es lo mismo que les dicen a los desocupados que aspiran a tener un trabajo, lo mismo que dicen de los docentes que quieren aumento salarial, lo mismo de los trabajadores superexplotados que quieren reducir su jornada laborar defendiendo su derecho al ocio creativo, al acceso a la cultura, al arte, lo mismo que les dicen a los inmigrantes bolivianos que quieren mejorar su calidad de vida y que trabajan en talleres clandestinos con condiciones laborales que parecían enterradas desde hace siglos. Sin embargo ellos pretenden no aumentar los salarios aduciendo que generaría inflación, sin embargo ellos no están dispuestos a reducir sus ganancias, sin embargo los funcionarios no están dispuestos a reducir sus sueldos que son mil veces superiores a los ingresos de una familia popular. Todo para los argentinos ha mejorado con respecto a los 90, excepto para los pobres, los trabajadores, los desocupados, los inmigrantes y los estudiantes.

¿Naturalizan la injusticia o defienden nuestros derechos?

El Rector Aspiazu, y los decanos “progres” han aceptado este fallo de la justicia. ¿Porque entonces no hacemos una asamblea universitaria y votamos al juez Frondizi para que sea el nuevo rector? ¿Desde cuando la justicia toma decisiones en la universidad? Los estudiantes nos hemos indignado, rechazamos este fallo, junto con todos los centros de estudiantes y agrupaciones que no siguen en manos de los grupos estudiantiles que responden a esta Justicia, a estos decanos o a este gobierno. Exigimos al Consejo Superior rechazar y desconocer el fallo de esta justicia injusta. Exigimos que dé marcha atrás y que la ordenanza que prohíbe los ingresos eliminatorios vuelva a entrar en vigencia. De lo contrario implica aceptar que no tenemos derecho a la educación pública. Entonces el señor Rector deberá renunciar, junto con todos los Decanos y cúpulas docentes que se llenan los bolsillos mientras aceptan la miseria presupuestaria que este gobierno otorga a la educación. Tenemos el enorme ejemplo de la lucha de los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, de la cual, junto a la FUBA, nuestra agrupación es parte y que implica una crítica profunda del régimen universitario, que impidió dos veces consecutivas que sesione la Asamblea Universitaria que pretende elegir al decano de Derecho Alterini, funcionario de la última dictadura militar. Tenemos el ejemplo del paro docente, allí tenemos a nuestros profesores que trabajan ad honorem como trabaja el 70% de los docentes de la Facultad de Humanidades pretendiendo cobrar un sueldo básico o a los docentes que tienen el “privilegio” de cobrar que quieren alcanzar un sueldo un poco mejor -¡demasiadas pretensiones!- Dirán algunos en los pasillos de los Tribunales o en la Casa Rosada, mientras planean sus vacaciones a Punta del Este o tal vez a las islas Caimán...

Queremos Mansiones, Ferraris y Vacaciones en Punta del Este

Desde la Asamblea Interfacultades y las asambleas por cada facultad, nos hemos organizado para decirle a la justicia que no vamos a permitir que tome decisiones en nuestra universidad. Queremos decirle al señor Frodizi que queremos las Mansiones, queremos las Ferraris y queremos las Vacaciones en Punta del Este. Porque queremos seguir en la Universidad, queremos que los chicos que no pueden ingresar por problemas económicos lo hagan, abrir más comedores, queremos becas, boletos, aumento de presupuesto para la educación, queremos aumento de salario y por eso hemos apoyado el paro docente. Queremos todo eso y queremos mucho más, queremos resolver los problemas edilicios, ampliar las bandas horarias, queremos que se reformen los planes de estudio y que estén relacionados con resolver las necesidades sociales como la desocupación o la pobreza y no con los intereses elitistas y privados, pretendemos democratizar la universidad y que podamos elegir a nuestros decanos y al rector. Queremos que la universidad sea Pública, Laica y Gratuita. Sabemos lo que queremos pero lo más importante es que sabemos como conseguirlo, lo vamos a conseguir siguiendo el camino que venimos teniendo, que es con clases públicas, cortando las calles, movilizándonos junto con los docentes y con toda la comunidad, organizándonos en las asambleas y en los cuerpos de delegados. Por eso marchamos este viernes para exigir educación, presupuesto, aumento de salario docente, decirle no a la Ley de Educación Superior menemista y elitista y exigirle al Consejo Superior que rechace el fallo judicial. Todo esto nos va a permitir comenzar la lucha por una universidad distinta, donde la educación sea un derecho y no un privilegio.

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Avanzar en el reagrupamiento internacional

Sábado 18 de febrero de 2006
FSM Caracas 2006

Corriente Praxis
El siguiente texto es la transcripción de la intervención oral de Jorge Sanmartino en el taller de reagrupamiento internacional

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Panel de reagrupamiento internacional

Buenos días compañeros, quisiera tomar esta instancia de debate como una mesa de trabajo. Estudiar qué pasos concretos podemos dar para avanzar hacia un reagrupamiento internacional. En enero del año pasado participamos juntos en el Foro de Porto Alegre en la reunión de donde nació la idea del Seminario Internacional del PSOL. Muchos de los que estamos aquí participamos en ese Seminario en Brasil. Allí discutimos entre organizaciones que tenemos matices políticos. Quizá no hemos avanzado lo suficiente. En el interín, durante todo este año se han consolidado las tendencias de giro a la izquierda de masas en el continente, como en Bolivia y Venezuela, la crisis nuevamente en Ecuador, y también contra-tendencias, sobre todo en el Cono Sur. Es decir que estamos presenciando la consolidación de elementos nuevos que favorecen y reabren la discusión sobre qué alternativas hay que construir. En Europa la situación todavía no ha madurado, aunque floreció un rechazo ideológico al neoliberalismo, el No en Francia ha sido un elemento importante, aunque quizá las luchas sean aún defensivas. En EEUU el debate al interior del Partido conservador donde hay un gran sector que cree que la guerra en Irak ya no se puede ganar, esto avivó la separación de los demócratas que han estado cínicamente apoyando todas las medidas guerreristas de Bush. Esto parece estar avivando, dando más espacio al movimiento anti-guerra en EEUU. También hay que ver que pasa con la clase trabajadora norteamericana. Todos hemos estado pendientes del desarrollo de la huelga del metro en Nueva York, aunque sabemos que la situación es muy difícil, que se ha retrocedido y posiblemente dure por mucho tiempo. Quizá los compañeros norteamericanos puedan decirnos si ha comenzado o no, sin exagerar, una tendencia inversa de recuperación. No lo sabemos. Entonces, lo que tenemos es que obviamente el centro de la recuperación de las masas y giro a la izquierda sigue siendo América Latina. No es una radicalización todavía, que aliente o fortalezca cualitativamente a la izquierda socialista y revolucionaria, insurreccionalista. Pero hay una extensa vanguardia política de masas, de luchadores, que ha estado a la cabeza de las rebeliones populares y de nuevas organizaciones de lucha. Y esa es una arena privilegiada para la participación de los socialistas, que favorece el reagrupamiento de los revolucionarios, de los anti-capitalistas consecuentes No estamos nosotros solos. Hay muchos planteos sobre el socialismo. Justamente cuando nos reunimos el año pasado en Porto Alegre, Chávez por primera vez habló sobre el socialismo del siglo XXI, y eso fue un disparador enorme sobre las vías y el contenido del socialismo en el continente, luego de más de 20 años de un silencio tremendo, de una crisis del pensamiento estratégico. Entonces ahí están las bases materiales para que avancemos en un reagrupamiento de los socialistas revolucionarios. Hicimos distintas experiencias, están aquí los compañeros de Brasil, que vienen de hacer una gran experiencia con la fundación del PSOL, que ahora tiene una alta intención de voto, que es producto de la descomposición del PT, que tiene enormes potencialidades y que está incorporando nuevos contingentes de militantes y dirigentes al PSOL, pero que también tiene enormes peligros que hay que tomar en cuenta para no reeditar un nuevo PT. Están los compañeros del PRS, que están insertos en un enorme proceso y que están consolidando una corriente revolucionaria, pero que tienen el desafío de ir y confluir con nuevos sectores que sean independientes del gobierno y que se propongan igual profundizar y desarrollar el proceso revolucionario, que progresen las tendencias de ruptura con los capitalistas. En Argentina hemos avanzado lentamente, hemos dado un primer paso, muy pequeño, hicimos un plenario el 17 de diciembre con 450 o 500 compañeros, con unas cuarenta organizaciones. Hemos planteado la idea de hacer en marzo un seminario programático para discutir los ejes fundamentales de una perspectiva anti-capitalista, socialista, de clase, para construir una izquierda en Argentina. Porque nuestro país es el país de la dispersión, hay más de 60 o 70 grupos trotskistas, y hay otros grupos que no son trotskistas, que son socialistas revolucionarios, esa es la realidad que nosotros estamos enfrentando. Y eso no es un problema solo organizativo, está expresando un profundo problema político, de concepción, donde cualquier diferencia rompe a las organizaciones. Es toda una cultura política, una tradición facciosa, muy equivocada, asfixiante. Entonces necesitamos abrir ese debate. Hacia donde tienen que apuntar los socialistas revolucionarios en Venezuela, que es un punto fundamental de una agenda de debate, lo mismo que la construcción del PSOL. Que pasos damos en Europa, en EEUU, para que los compañeros opinen sobre nuestra experiencia en Argentina. Hay tareas muy concretas para hacer, algunas ya nos habían quedado pendientes de Porto Alegre, como la página web de intercambio y discusión. El seminario del PSOL el año pasado fue una primera experiencia. Ahora necesitamos ir con documentación, con materiales escritos, confrontar nuestros análisis, nuestras caracterizaciones, sobre la situación mundial, sobre América latina, sobre nuestra propia experiencia. Para discutir y avanzar en cual es la plataforma mínima en común en que tenemos que ponernos de acuerdo para constituir un agrupamiento. Quizá los compañeros en Europa sean más reticentes, quizá no vean la necesidad. Aquí en Latinoamérica la crisis y estallido de la izquierda revolucionaria, el profundo proceso de crisis nos golpeó y de hecho quizá sea ese el factor que aquí empuja más a buscar confluencias. Eso nos planteó con mayor urgencia esa necesidad. Quizá en Europa ese estallido no sucedió y entonces el tema del agrupamiento los compañeros lo ven desde otro ángulo. Es respetable. De cualquier manera tenemos que plantearnos las tareas en común. También tendríamos que plantearnos aunque sea modestamente campañas políticas conjuntas. Entonces están esas tres propuestas que están en la mesa y que venimos discutiendo: la página web, el seminario internacional a mitad de año y campañas internacionalistas en común. Esto significa un paso, aunque sea mínimo en el reagrupamiento. Estos tres puntos deben ser nuestro próximo desafío.


Otras voces del taller por el “Reagrupamiento internacional de los revolucionarios”

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Ahmed Shaswky

Ahmed Shaswky (ISO - Estados Unidos)

(...) [en Estados Unidos] una de las cuestiones que tenemos que resolver es cómo reagrupar la izquierda, y la oposición al capitalismo, sabiendo que el partido demócrata sirvió históricamente en los estados unidos para derrotar y o dividir a la izquierda. Una de las cosas que debe lograr la izquierda, es organizarse por fuera del partido demócrata, todos los movimientos sociales deben organizarse independientemente de este partido. (...) mucha gente de la cual hoy están trabajando dentro del partido demócrata expresan no estar de acuerdo con la política que este partido esta desarrollando (...) las posibilidades de reagrupar a la izquierda en los Estados Unidos son muy buenas, y una de las cuestiones clave para lograrlo es la relación con la izquierda internacionalmente (...) esta es una de las tantas reuniones que hemos realizado en los últimos años, que mantiene y profundiza las relaciones con otros grupos revolucionarios, pero no se trata sólo de venir aquí y hablar de reagrupación o colaboración y ver que esto después no sucede. Ha habido poca colaboración entre los movimiento en algunas circunstancias, y eso es algo que debemos superar. Debemos usar esta reunión y otras más, en el futuro, para poder llevar y ampliar esta colaboración, y que no quede en la teoría, llevarla a la práctica. Una de las soluciones es realizar un seminario en julio, en Brasil, para discutir puntos de vista y profundizar discusiones.

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Pedro Fuentes

Pedro Fuentes (MES - P-SOL, Brasil)

(...) No podemos ver esta reunión en si misma, solo, sino como parte de un proceso que empezó hace más de un año a partir de un primer seminario en porto alegre, y más concretamente de forma más acabada, cuando se hizo el seminario de socialismo del siglo XXI, en agosto, septiembre de 2005. O sea, que hay una continuidad de organizaciones que teniendo orígenes bastante diferentes, hemos venido convergiendo en estas reuniones que indican que tenemos que avanzar. Porque que vengamos manteniéndolas ya es un hecho político, que necesita ser profundizado (...) por eso la propuesta del seminario es fundamental (...) un seminario que ya no es sólo organizado por el P-Sol, sino que ya abarca también a todos los compañeros que ya viene participando y organizando (...) un seminario que no sólo tiene que ser un momento de discusión, sino una discusión profundizada, en la perspectiva de avanzar a un necesario reagrupamiento internacional que todos necesitamos, y al que la lucha de clases nos va empujando. [un seminario] con textos que tengan un objetivo, no un debate de unos contra otros, sino un debate de los tres temas centrales que están colocados. La situación del imperialismo y la guerra, la situación de Latinoamérica y la lucha antiimperialista y socialista, y sobre la organización y construcción de los partidos en este período.

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Salvador Ollivier

Salvador Ollivier (LCR - Francia)

(...)hay un movimiento de reorganización del capitalismo, de las clases dominantes, y de reorganización política.(...) hay gobiernos o equipos que son de derecha clásica, derecha dura, y por otra parte hay un movimiento hoy que viene del seno del movimiento de la izquierda, o del movimiento obrero, que es una orientación social liberal, de toda una parte de la izquierda, (...) hay toda una serie de fuerzas políticas que están pactando con el liberalismo para contener esta crisis (...) frente a esto, lo interesante es que hay, según los países, por lo bajo, resistencia de la izquierda que no se adapta, que no acepta los pactos con el liberalismo, y aquí estamos dentro de un lugar, donde hay esta resistencia (...) partidos, o formas organizativas que esgrimen la resistencia al liberalismo o capitalismo, pero también la oposición al social-liberalismo (...) hay un polo de resistencia antiliberal y anticapitalista (...) si hay una discusión particular en Latinoamérica, es que de nuevo se discute socialismo (...) Frente al social-liberalismo se van a recomponer corrientes, fuerzas a la izquierda, y que tiene que tener una orientación para responder a esta nueva orientación, con dos formulas, dos palabras(...): ser unitario y anticapitalista. Unitario porque sin unidad no se puede vencer al enemigo de la clase (...) frente único, unidad de acción, asamblea unitaria, sindicato unitario a disposición de organizar este movimiento, es fundamental, los revolucionarios deben levantar la bandera unitaria, y por otra parte anticapitalista (...) es decir que no se puede solucionar los problemas elementales de la sociedad, los problemas de la democracia, de la tierra del agua, de una apertura social y democrática elemental, sin un ruptura con el capitalismo, y eso puede ser el marco de convergencia de toda una serie de corrientes como las corrientes que están acá.

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Paolo Gillardi

Paolo Gillardi (MPS - Suiza)

Nosotros estamos acá para contribuir a la conformación de un reagrupamiento internacional, nosotros tenemos la necesidad de cuadros políticos internacionales (...) no estamos acá para continuar en orientaciones sectarias, por dogmas, autoproclamatorias, sino para discutir los verdaderos problemas que se oponen a nuestra emancipación hoy en día. (...) yo creo que veinte años de política neoliberal destruyeron en la conciencia de la gente la importancia de la acción colectiva (...) las acciones de solidaridad de los asalariados (...) y en comparación con los años 70 los dispositivos de defensa de la clase obrera están mas débiles, este es un debate central que nosotros debemos hacer para reconstruir la fuerza de la organización de los trabajadores, el problema del descrédito del socialismo (...) una de las tareas de los socialistas hoy es actualizar la lucha por el socialismo e integrar a ella las criticas de las experiencias socialistas del siglo XX (...) Yo creo que debe ser el socialismo y la autoorganización que deben ser los dos puntos fundamentales para el reagrupamiento de los socialistas a escala internacional.

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Cris Harman

Chris Harman (SWP, Inglaterra)

Vivimos en un período de creciente lucha social a nivel internacional (...) estamos junto a personas que se han unido a los movimientos de lucha, que no han tenido experiencias previas de participación en estas luchas anteriormente. A veces no es poco común que los que hemos participado anteriormente de estas luchas socialistas miremos hacia abajo a las nuevas personas que salen en estas nuevas luchas sociales. Es el peligro del sectarismo que puede ser una regresión en el desarrollo, en el cambio frente al período que se nos presenta. (...) Estamos frente a la posibilidad de aceptar y reagrupar en este sentido a un movimiento de millones de personas (...) también encontramos en este movimiento diferentes lideres políticos, con distintas ideologías e ideas sobre como avanzar hacia un proceso de cambio. Es importante que nosotros no nos alejemos de estos lideres, a pesar de que podamos tener ideas distintas (...) Debemos mantener contacto y dialogar con aquellas personas que están rompiendo con el reformismo, aún cuando todavía conserven ideas reformistas(...) Al mismo tiempo debemos mantener un contacto fraternal con las personas que simpatizan con el movimiento de Chávez y Evo Morales, al mismo tiempo siendo críticos de éstos, y del Socialismo del siglo XXI.

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Gonzalo Gomez

Gonzalo Gómez (Aporrea, PRS, Venezuela)

(...)Nosotros no somos una organización trotskista, somos una convergencia de corrientes marxistas revolucionarias, de corrientes cristianas, de corrientes indígenas, de corrientes negras, de corrientes nacionalistas revolucionarias. Y en ese sentido hemos tratado de construir un pensamiento común, una tesis común, sobre todo sobre la práctica concreta de lo que son las luchas populares (...) nuestro punto de partida, nuestra propuesta unitaria, no es la unidad de la izquierda ni la unidad de los revolucionarios, es la unidad concreta, de la praxis revolucionaria concreta, que se hace a nivel de los movimientos concretos que se van desarrollando (...) nosotros nos hemos tratado de distanciar, por supuesto sin sectarismo, de los que ven que es simplemente el problema de los revolucionarios. Consideramos que esto es parte de cierta prepotencia intelectuales, pequeña burguesa que todavía existe dentro de la izquierda revolucionaria. En donde nosotros somos la luz en el mundo, y los conductores del mundo. Tenemos un papel en este proceso y un papel concreto en la lucha real de los pueblos. Y en la batalla diaria en las calles en la lucha de los pueblos, en donde nosotros no podemos prejuzgar, y realimentar la lucha de los pueblos en si mismo, sino a partir de lo que se logre desde ahí. En este momento el pueblo tiene que estar en la calle, pero no sólo debe estarlo por sus reivindicaciones, debe estar en la calle exigiendo poder.

Fuente: http://www.mst.org.ar


Unidad de los trabajadores bajo un pliego de reclamos

Jueves 27 de abril de 2006
Primero de Mayo 2006

Corriente Praxis

CarpaniSe acerca un nuevo primero de mayo. En el día internacional de los trabajadores queremos saludar todas las luchas y las resistencias al imperialismo y los capitalistas que los pueblos dan en todo el mundo. En primer lugar la resistencia de los pueblos irakí y palestino contra la violencia imperialista de los Estados Unidos y sus aliados europeos. En segundo lugar a los jóvenes precarizados, estudiantes y trabajadores franceses que han dado una lucha ejemplar y han arrancado un importante triunfo político al hacer retroceder al gobierno derechista de Francia y su CPE, que formaba parte de una estrategia para avanzar en la liquidación de las conquistas de los trabajadores de acuerdo a los parámetros de la Unión Europea. En tercer lugar a los millones y millones de inmigrantes que en EEUU ganaron las calles contra las políticas racistas y discriminatorias que tanto republicanos como demócratas quieren imponer en el Congreso. Y por último a la clase trabajadora y los pueblos latinoamericanos que han protagonizado enormes rebeliones populares contra los gobiernos neoliberales, y que anuncian el despertar de una conciencia anti-imperialista, como lo demuestra el proceso revolucionario venezolano, y abren el campo para el resurgir de la lucha anti-capitalista y socialista en el nuevo siglo.

Un nuevo ciclo de lucha de los trabajadores argentinos

En los últimos tres años la economía viene creciendo a un 9 por ciento anual. Tanto los índices de la productividad en la industria y los servicios, como las ganancias empresarias tienen un curso ascendente. Los exportadores se han privilegiado con los nuevos valores creados por la devaluación, mientras que a los “perdedores” como los bancos se los rescató de la quiebra, y las empresas privatizadas, salvo excepciones, renovaron sus contratos y reciben hoy más subsidios que antes. Compañías como YPF o Techint son fervientes defensoras de las políticas económicas del gobierno. El aumento de las ganancias que los empresarios hoy disfrutan se sostiene sobre una base fundamental: el salario y las condiciones de empleo precarias que se preservan intactas de acuerdo a los preceptos neoliberales de los gobiernos anteriores. Ahora que el gobierno dice ser la antítesis de las administraciones anteriores se trata de recuperar lo que perdimos y de rechazar el intento de seguir obteniendo ganancias millonarias a costa del salario, la precarización laboral y el desempleo. Se trata de romper el techo salarial que la burocracia de la CGT encabezada por Moyano pactó con el gobierno para congelar los aumentos salariales en un 19%. Este acuerdo es demoledor para los estatales o los docentes universitarios, los trabajadores de la salud o los de comercio, que tienen pérdidas salariales mayores al 35% respecto de la inflación. Otro tanto ocurre con sectores de la industria donde los patrones se jactan de haber aumentado los salarios incluso más que la inflación, pero se olvidan de contabilizar los extraordinarios aumentos de productividad que van a parar íntegros a su acaudalado bolsillo.

El doble discurso de Kirchner

Es evidente que ante sectores muy importantes de la sociedad y de los trabajadores en particular existen expectativas en las medidas del gobierno de Kirchner. Es que producto de la crisis del 2001 y la rebelión popular protagonizada por el pueblo, el gobierno surgido de ese proceso debía estar en sintonía al menos discursiva, con las demandas populares. Así Kirchner tomó la bandera de los derechos humanos, derogando las leyes de impunidad o creando el museo de la memoria, cuestión que le valió el apoyo entre otros de importantes sectores de los organismos de DDHH. Sin embargo el aparato represivo sigue intacto, como lo demostró la represión en Las Heras o el escándalo por el espionaje a organizaciones sociales en Trelew. Se trata de avanzar hacia el desmantelamiento del aparato represivo, la disolución de las policías de gatillo fácil, los servicios secretos que sólo sirven para espiar a los luchadores sociales. Respecto a la deuda externa, Kirchner se ha forjado una imagen anti-FMI que no responde a sus verdaderas intenciones. Igual que Lula en Brasil pagó más de 10 mil millones de dólares de la deuda externa a costa de la miseria que siguen padeciendo amplios sectores de la sociedad.

En su política exterior mientras ha denunciado el ALCA promovido por Bush, en realidad busca mejorar las condiciones del acuerdo, sobre la base de la quita de los subsidios agrícolas por parte de las potencias, pero no es capaz de ofrecer una lógica opuesta a la propuesta por EEUU. ¿Cómo lo podría hacer un gobierno que apoya con sus propias tropas los esfuerzos colonialistas de EEUU en Haití o les niega el derecho a la autodefensa a países acosados por el imperialismo como Irán? En este punto aquellos que han querido poner un signo igual entre Kirchner y Chávez se han equivocado por lejos. Para Kirchner su hábil retórica y su doble discurso le han servido para acumular poder político, ampliar su base electoral y facilitar la recomposición capitalista de un régimen que se caía a pedazos. El pacto con los gobernadores peronistas le ha servido para asegurarse una mayoría en Diputados y Senadores, aunque haya tenido que enterrar las promesas de la transversalidad y la “renovación de la política”.

Desarrollar las demandas obreras y populares

El doble discurso de Kirchner tiene sus límites, porque hasta ahora no ha sido capaz de resolver los grandes problemas sociales, y las demandas populares son cada vez mayores. Se trata de desarrollar esas demandas por salario, por el aumento del presupuesto para educación y para las universidades que tienen trabajadores de quinta categoría trabajando gratis como “ad honorem”, por presupuesto para salud, siguiendo el ejemplo de los trabajadores del Garraham que con su conflicto desnudaron las verdaderas condiciones en que se encuentra la salud pública después de más de 15 años de un sistemático desmantelamiento. Pero para aumentar esos presupuestos básicos se necesita dejar de pagar la deuda externa, dejar de subvencionar a las grandes empresas públicas privatizadas o a los bancos y las AFJP. Por el empleo, contra la desocupación, contra la flexibilización laboral y el trabajo en negro, contra la represión y el espionaje a los luchadores, por el desprocesamiento de más de 5 mil luchadores, por la cárcel a los asesinos y la anulación del indulto. Moyano y compañía asociados al gobierno han clavado el salario en un 19% para todo el año. Un sector de la CTA liderado por De Petris es también fanático de Kirchner. Pero a ATE y la CTA Tomada los dejó a fuera de la discusión por el convenio colectivo y el salario. Los amigos del poder no han conseguido la más mínima concesión para sus afiliados. ATE ha decidido ir a un paro, se trata de apoyar y extender esta medida y de asegurar el más amplio frente único a favor de un pliego de reclamos tanto en el estado como en todos los gremios y sectores. En el período actual el centro de la actividad para los socialistas y los sectores combativos es conservar la más amplia unidad en torno a las demandas más sentidas. En ese sentido los socialistas no rechazamos ningún acuerdo con quién esté dispuesto a luchar por estas demandas de manera consecuente, sin distinción de ideologías. Es que el gobierno preferiría que todas las organizaciones populares se subordinen a sus políticas como lo han hecho Barrios de Pie o el alcahuete D`elia y quisiera que los sectores consecuentes quedemos recluidos y en el más absoluto aislamiento. No hay que hacerle el juego, ya que compartimos con millones de trabajadores, muchos de los cuales confían en Kirchner, la necesidad de recuperar las conquistas perdidas. Es ese punto en común el que hay que saber desarrollar para confrontar con un modelo que pretende una retórica de cambio para que las cosas sustanciales sigan más o menos como siempre.

Un paso adelante en la confluencia de los sectores clasistas y combativos de la vanguardia de los trabajadores

Al calor de la recomposición de los trabajadores ocupados y de que al disminuir el desempleo y haber crecimiento favoreció las luchas reivindicativas, se fue ampliando las posibilidades de unir a los que planteamos una alternativa para recuperar los sindicatos y ponerlos al servicio de las luchas y sostenerlo de manera militante y democrática, basados en las asambleas y en general en la democracia de base. Esto se comenzó a materializar en el Movimiento Intersindical Clasista (MIC) al que se han sumado importantes sectores y que contó con más de cien delegados en el congreso de la CTA donde llevó las propuestas de pelear por una central democrática, contra las reformas del estatuto, por la proporcionalidad y por la separación de los funcionarios del gobierno de la central; que defienda los intereses de los trabajadores impulsando un plan de lucha. Desde la Corriente Praxis apoyamos esta iniciativa y participamos como parte de los congresales del MIC en el congreso de la CTA. Este 1º de Mayo el MIC realiza un acto en plaza Lorea bajo las consignas de No al tope salarial: contra el acuerdo de la burocracia, las patronales y el gobierno. Salario igual a la canasta familiar (2.200 pesos). Basta de precarización laboral y de trabajo en negro. Derecho a la estabilidad de todos los trabajadores. Basta de sumas en negro en los salarios. Basta de represión a los trabajadores en lucha. Libertad y desprocesamiento de los compañeros de Las Heras, y de todos los presos políticos. 82 % móvil para todos los jubilados. Universalización y aumento de los planes sociales para el conjunto de los trabajadores desocupados. Trabajo para todos. Derogación de todas las normas de flexibilización laboral. Apoyo a todas las luchas populares, en particular a la lucha de Gualeguaychú contra la contaminación ambiental. No al pago de la deuda externa. Convocando sobre esta base al más amplio frente único a las organizaciones y trabajadores que aunque tengan alguna expectativa en este gobierno estén de acuerdo en la necesidad de luchar. Es decir que una política reivindicativa expansiva, que acompañe la experiencia de amplios sectores de la clase trabajadora con el gobierno nacional, no puede sustentarse en algún tipo de exclusividad ideológica, sino simplemente sobre la base de ponernos de acuerdo en un pliego de demandas obreras y populares. Por nuestra parte, los revolucionarios seguiremos defendiendo abiertamente la necesidad de desarrollar una herramienta política para pelear por la estrategia del socialismo y el gobierno de los trabajadores.

1º DE MAYO EN PLAZA LOREA (AVENIDA DE MAYO Y LUIS SÁENZ PEÑA), A LAS 14 HORAS. TODOS A PLAZA DE MAYO A LAS 16 HS.

CORRIENTE PRAXIS 1 DE MAYO DEL 2006


Apuntes sobre la izquierda en Venezuela

Lunes 20 de febrero de 2006

Por Corriente Praxis

Durante nuestra estadía en Venezuela pudimos observar más de cerca y conversar con muchos compañeros de la izquierda venezolana y en particular con los compañeros del PRS. En un artículo anterior de nuestra revista saludamos la formación del PRS porque implicaba un proceso de reagrupamiento luego de la crisis y estallido del PST venezolano (estallido que se dio centralmente por su incapacidad para responder al nuevo proceso revolucionario en curso y por la lucha facciosa en el terreno internacional, al interior de la LIT- Liga Internacional de los Trabajadores), y la confluencia de aquellos cuadros trotskistas reunidos en OIR con muchos de los más importantes y destacados dirigentes clasistas de la UNT. Viendo el proceso más de cerca queremos puntualizar algunos elementos, a la manera de quien toma unos apuntes que incluyen opiniones y dudas sobre las tareas de la izquierda en Venezuela.

Hay un proceso revolucionario que está en curso, que no se detuvo con la derrota del paro petrolero ni con el triunfo del referéndum en agosto del 2004, aunque hoy no haya acontecimientos espectaculares. Hay una creciente tensión con EEUU en la política exterior, mostrando que el gobierno de Chávez posee claramente una política independiente del imperialismo, y esto se vio nuevamente en los últimos días polarizando el tablero político en la defensa del derecho de Irán a manipular energía nuclear. Esto coloca al gobierno venezolano en una posición totalmente distinta de sus pares como Kirchner y Lula que son gobiernos alineados en lo fundamental con las políticas imperialistas en el terreno económico, diplomático y militar. En la política interna, tal como lo indican los documentos del PRS y del sector clasista y revolucionario de la UNT, las contradicciones del proceso revolucionario se van trasladando al interior del amplio campo “bolivariano”. Esta contradicción se da en una marcada diferenciación entre las demandas de las masas junto a los mejores y más combativos elementos que quieren profundizar el proceso de transformaciones revolucionarias, y la política de los “partidos del cambio”, funcionarios alcaldes, gobernadores, diputados, etc. que pretenden frenarlo, institucionalizarlo y limitarlo en una perspectiva reformista y conciliadora. No en vano estos sectores son los que intentan tender puentes permanentemente entre el gobierno y la Iglesia y el empresariado.

Los partidos oficiales son cuestionados por la mayoría de la población, esto se evidenció en la alta abstención en las pasadas elecciones a la Asamblea Nacional. Las masas ven que el aparato del estado, sus funcionarios y burócratas alineados en los partidos oficiales, no responden a las necesidades del pueblo, tienden a negociar con la reacción, los capitalistas, terratenientes, contra las masas. Esto significa que existe un campo político muy importante para el desarrollo de una política que se proponga como eje la profundización del proceso en todos los terrenos, en la industria mediante el desarrollo de la cogestión y las reivindicaciones obreras, la toma de empresas, la reforma agraria, en el campo de la salud, la vivienda, etc, etc.

Pero el desprestigio de los partidos de gobierno puede crear la falsa imagen de que existe un campo abierto y sin obstáculos para formar un partido independiente. Nos da la impresión que el cuadro es más complejo y contradictorio. Chávez sigue siendo el líder indiscutido de las masas y cualquier llamado suyo es respondido con acciones y convocatorias de masas, como lo acaba de demostrar nuevamente en la marcha multitudinaria del 4 de febrero. Existe una relación entre la masa y el caudillo que mantiene viva la llama del proceso por las medidas progresivas que adopta Chávez en muchos campos e incluso porque introdujo el debate sobre la necesidad del socialismo del siglo XXI, pero al mismo tiempo dificulta el proceso de auto-organización independiente de las masas. Es un complejo proceso lleno de contradicciones, ya que es el mismo gobierno el que impulsa organizaciones de base que luego utiliza como clientela estatal-partidista. De cualquier manera a raíz de las convocatorias a desarrollar organizaciones de base, han crecido múltiples colectivos autónomos impulsados por sectores de vanguardia que quieren desarrollar el proceso revolucionario, y que no están exentos de la esterilidad o la cooptación estatal en la medida en que sólo realicen trabajo comunitario y social, pero no establezcan una clara línea política.

Por lo tanto los partidos pueden ser mediadores, ejecutores y administradores, pero no tienen capacidad ni poder de maniobra que no dependa de Chávez. Por otra parte hasta cierto punto el desprestigio de los partidos no deja de ser utilizado por el mismo presidente que crea un centro de gravedad mayor aún en torno de su propia figura, sin la cual la ligazón entre masa y caudillo se vuelve inestable. Las masas han generado un vínculo muy fuerte y han entrado en la vida política del país y han tenido su primera experiencia política a través del fenómeno Chávez, lo cual ha establecido relaciones que no son coyunturales, sino de características orgánicas. Ese ha sido el leitmotiv para defenderlo frente a todos los pronósticos ante el golpe en el 2001 como lo sería hoy en día frente a cualquier nueva intentona. En conclusión, si el desprestigio partidista abre un campo para la intervención política, dudosamente lo haga en el sentido de una construcción independiente y en competencia de su movimiento “bolivariano”.

Esto significa que un partido revolucionario en Venezuela no surgirá si no es en conexión íntima y estrecha al proceso profundo, al sentimiento de masas, a sus tradiciones y cultura, y que cristalizó en una figura un poco mitológica como la de Chávez y en su ya mencionado movimiento. Esto no implica el más mínimo seguidismo, porque el bonapartismo a la larga termina liquidando la capacidad autónoma de las masas. Esta caracterización exige mantenerse en una posición totalmente independiente del gobierno en todos los ámbitos de la política nacional. Pero es necesario conectar lo más estrechamente posible con aquellos sectores chavistas que son pasibles de radicalización y de adoptar un curso decididamente revolucionario. Mientras pueda establecerse el frente único antiimperialista y se participe de él, más eficazmente se podrán señalar las inconsecuencias, debilidades y compromisos del gobierno con la burguesía, y más credibilidad tendrá una corriente revolucionaria inserta en el seno de las masas.

Para poder hacerlo no basta con plantear “tácticas correctas”, es necesario sobre todo no contraponer entre los socialistas revolucionarios y las masas un Muro de Berlín que haga imposible una genuina intervención práctica e ideológica sobre ellas. La idea de que el PRS pueda “capitalizar” el descontento con los partidos de gobierno desde el exterior del movimiento bolivariano parece destinada a reproducir la externalidad equivocada que cometimos muchas veces y que implica correr el serio riesgo de auto-marginalizarse del proceso en cuanto tal.

En realidad el PRS no es un partido. La sigla puede darle una nomenclatura formal a un agrupamiento, que no debe confundirse con el contenido real del mismo. El PRS es un reagrupamiento de excelentes cuadros, quizá los mejores dirigentes obreros revolucionarios de Venezuela y de muchos otros países, pero su reunión en un agrupamiento común no los transforma en un partido. Porque un partido sólo es tal cuando establece conexiones orgánicas de representación en sectores enteros de la clase trabajadora y las masas. Puede aspirar a serlo, pero no puede auto-proclamarse, ya que colocaría barreras adicionales a las que ya existen entre la ideología marxista y el socialismo sentimental de las masas que les son provistas por el discurso oficial. Al revés, si no se pusiese un Muro de Berlín entre las masas y los revolucionarios, sería posible introducir un elemento fundamental de diferenciación al interior del bloque chavista permitiendo el agrupamiento de todos aquellos que proponen seguir profundizando la revolución, no sólo en el sentido de las medidas económicas, sino también desde el punto de vista de la participación de las masas en la construcción de su propio poder y autogobierno. Esto puede tener implicancias importantes para las tareas de construir una herramienta política. Las elecciones legislativas pasadas demostraron que la influencia en la UNT no tiene traducción partidaria. ¿Es necesario presentar listas propias que compitan con las oficiales? ¿En qué momento? ¿A qué cargos? ¿A la presidencial de diciembre próximo también? Son todas preguntas que nos parecen relevantes.

Al mismo tiempo es difícil ver cómo podría surgir un partido revolucionario de masas en Venezuela sólo desde la estrecha base de los cuadros obreros revolucionarios de la UNT. Es probable, por no decir inevitable, que un partido tal contenga a los mejores elementos de la tradición revolucionaria venezolana de los 60 y los 70, de los dirigentes comunales, barriales, campesinos, que existen y que son una fuente potencial para la construcción de una herramienta política revolucionaria. Estos dirigentes hoy son parte de otros movimientos, de otros agrupamientos e intentos de construcción política, tienen otras tradiciones (como lo vimos con la presencia de los compañeros del M13 en el taller sobre el reagrupamiento internacional) que hay que valorar y acercarse para poder confluir. La formación del PRS ha sido un paso excelente, pero el proceso de confluencia no ha culminado ni mucho menos. Esa confluencia hoy pasa por puntos estratégicos de la agenda política: estructurar un frente político de todos aquellos sectores obreros, campesinos, estudiantiles que quieran profundizar el proceso revolucionario, como son por ejemplo el Frente Campesino Ezequiel Zamora, el Movimiento 13 de abril, entre múltiples organizaciones barriales y populares. Esto parece ir mucho más allá del ingreso poco probable de muchos o la mayoría de estos sectores al PRS en el próximo período. Da la impresión que en el medio habría que ubicar algunos otros engranajes.

En un documento reciente que fue aprobado por más de 600 dirigentes sindicales de todo el país, participantes en el 1º Plenario de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma de la UNT, celebrado en la Casa Sindical de El Paraíso, Caracas, entre el 17 y 18 de febrero, se sostiene la necesidad de acompañar la campaña por las elecciones democráticas en la UNT con la idea de construir “simultáneamente con una poderosa central clasista, una herramienta política de los trabajadores y el pueblo venezolano que abra, a través de la movilización, el camino hacia el socialismo”. Bueno, esto es extraordinario. Una base tal no la encontramos quizá en ningún otro país latinoamericano. El documento no hace mención a lo que significa esa herramienta. Pero está claro que esa “herramienta política” no es el PRS, puesto que en él están organizados sólo algunos de los mejores cuadros y dirigentes de esos sindicatos, pero no las organizaciones en cuento tal ni sus bases, como podrían ser los ejemplos históricos del Labor Party en Inglaterra en la primera mitad del siglo XX o ensayos semejantes en otros países. ¿Cómo podría avanzarse hacia esa herramienta política? ¿Esa construcción pasa necesariamente hoy por la proclamación de un partido político independiente sobre la base de cuadros político-sindicales? ¿Pasa por el fortalecimiento de una corriente político-sindical en el seno de la UNT que tenga una visión hegemónica y no obrerista sobre el conjunto de las otras clases y sectores de la clase trabajadora a los que todavía no llega la central sindical? Son preguntas que pueden tener relevancia. En ese plenario de los 600 dirigentes firmantes hay no pocos fervientes chavistas, aún con sus críticas, dudas y planteos. Lo mismo debe estar sucediendo en los sectores militantes en las comunidades o el campo. Pero ese conglomerado de activistas y luchadores que quieren profundizar la revolución desde el campo bolivariano, no pueden ni quieren conformar hoy por hoy un partido independiente que compita con Chávez, aunque quizá si puedan o quieran ir construyendo un movimiento o herramienta política como extrema izquierda crítica y revolucionaria del proceso.

Por último, nos parece que indudablemente en la revolución venezolana tendrán un papel destacado los sectores campesinos, indígenas y barriales. Se trata de establecer una alianza de clases, política, un verdadero movimiento conjunto con todos estos sectores. Para eso, los compañeros sabrán como acercarse, como volcar el peso de la UNT hacia esa alianza, lo que pondría a la central sindical acorde a las tareas revolucionarias fundamentales, que son de carácter político, lo que exige superar el marco corporativo de los sindicatos tradicionales. Durante el Foro hemos visto algunas de estas expresiones en la marcha que se realizó en Caracas, integrada por los movimientos sociales y barriales más combativos. Acercarse a ellos parece un punto central para establecer lazos y acuerdos sólidos en defensa y por el avance de la revolución y para que nuevas organizaciones y movimientos vean en la UNT y sobre todo en su sector clasista un aliado indiscutido y consecuente. Lo mismo puede decirse sobre la participación en cuanto UNT en las reservas del ejército, cuestión que ha sido planteada ya en los debates.

El PRS tiene por delante grandes desafíos y oportunidades. La primera de ellas, como lo han destacado los compañeros, es la de conquistar estatutos y elecciones democráticas al interior de la UNT. La segunda parece ser la extensión y ampliación de la misma UNT, que hoy se encuentra relativamente estancada, para incorporar nuevos sindicatos y confederaciones, nuevos trabajadores e incluso extender su influencia hacia sectores de trabajadores informales. Por último es fundamental pensar y desarrollar más aún, para ver cómo se puede concretar la idea de una “herramienta política” que este basada en la de la UNT y otros movimientos de masas. Se parte de una gran conquista y acumulación política como son los cuadros y militantes obreros del PRS.

20 febrero 2006


Nuestra experiencia en el Foro

Lunes 20 de febrero de 2006
FSM Caracas 2006

Por Pablo Socca, Corriente Praxis

VI foro social mundial

La actividad de Praxis en Caracas

Con una delegación de cuatro compañeros llegamos a la ciudad de Caracas, para participar del sexto foro social mundial que se realizo en dicha ciudad entre los días 24 y 29 de Febrero. El Martes 24 comenzó el encuentro. Praxis participó en la tradicional marcha de apertura, que tuvo una concurrencia menor a la del año pasado en Porto Alegre. La marcha agrupó a diversos sectores de la cultura, los movimientos sociales y medios alternativos, trabajadores de PDVSA y otros sindicatos, delegaciones de las universidades bolivarianas, campesinos y comunidades de Venezuela, sectores sindicales y campesinos de Colombia, integrantes de diversos colectivos contra la guerra de EEUU, militantes del Movimiento Sin Tierra, de la CUT y otros movimientos culturales de Brasil, Cobas italianos, grupos campesinos, indígenas, feministas, una nutrida delegación del partido comunista español, y muchos otros colectivos y movimientos. Además trabajamos en colaboración con compañeros del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Brasil, el SWP de Inglaterra y otras corrientes de Europa y América Latina.

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En la movilización

Nosotros marchamos con nuestra bandera detrás del Partido Revolución y Socialismo de Venezuela, al igual que los compañeros del MST Alternativa y MST El socialista de Argentina. El primer día aprovechamos para charlar con militantes y dirigentes del sector clasista de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) de Venezuela y del PRS que nos contaron su experiencia en el movimiento obrero.

En la misma marcha iniciamos la venta de nuestras revistas, actividad que continuamos durante todo el foro con notable éxito, encontrándonos con gran interés y avidez de los asistentes y de los venezolanos en especial en conocer opiniones y experiencias de socialistas de Argentina. Nuestra última revista que incluye un artículo sobre la teoría socialista de partido concito especial atención ya que apunta a las tareas que tiene planteada la izquierda en el continente y al debate de cómo construir organizaciones que no repitan los errores del pasado y no abandonen la tarea de construir organizaciones políticas partidistas; experiencias que ya se están ensayando en Brasil, Venezuela o Argentina.

El Miércoles 25 nos reunimos junto a la delegación de los compañeros de la empresa recuperada Hotel BAUEN con el compañero Stalin de la UNT y el PRS, acompañando el intercambio de opiniones y de experiencias entre trabajadores, discutiendo sobre la experiencia de la gestión obrera en ambos países y sobre la situación política de nuestros respectivos países, y lo que había empezado como un encuentro de presentación y un breve intercambio, termino siendo una extensa conversación que nos ayudó a entender mejor el proceso venezolano.

Pasos adelante en el reagrupamiento internacional

El jueves 26 fue de una intensa actividad, desde temprano nos instalamos en el hermoso museo de Bellas Artes con nuestros materiales para participar del taller por el reagrupamiento internacional de los revolucionarios. Con una gran asistencia de compañeros del SWP y The Militant de Inglaterra, la LCR francesa, el MPS de Suiza, el MES y la CST del PSOL de Brasil, la izquierda en el PAD de Colombia, la ISO de Estados Unidos, el PRS y el movimiento

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Panel de reagrupamiento internacional
13 de Abril de Venezuela, el MST que edita Alternativa Socialista, el MST que edita El Socialista, Cimientos y el MAS de Argentina, entre otras organizaciones. La actividad fue una más de una serie de reuniones en las que venimos debatiendo la posibilidad de avanzar en un proceso de reagrupamiento, con reuniones previas como en el V Foro en Porto Alegre, el Primer Seminario internacional organizado por el Psol en julio del año pasado en Río de Janeiro y la actividad conjunta en Mar del Plata contra la visita de Bush a la Argentina. Las distintas corrientes que intervinieron en el taller, remarcaron el empantanamiento de la ofensiva norteamericana en Irak y el ascenso y la recurrencia de las luchas en América Latina, así como la apertura del debate sobre el socialismo del siglo XXI que abrió Chávez hace un año. Esta situación, parece favorecer el interés por debatir la construcción de una herramienta internacional. Los compañeros del MST El Socialista hicieron énfasis en realizar campañas comunes avanzando en el frente único, como el llamado si se forma el ALBA con Venezuela y Cuba a no pagar la deuda externa, avanzando en los acuerdos programáticos para después avanzar en lo organizativo. El compañero Jorge Sanmartino (ver intervención completa) intervino señalando que este evento era parte de un proceso que venia desde hacia un año, y que había condiciones para avanzar, sin diplomacia, con documentos escritos, hacia el seminario de mitad de año para defiir algunos puntos en común y debatir la situación mundial. Por ultimo los compañeros del MST Alternativa así como la ISO de EEUU insistieron en avanzar, en dejar de lado todo sectarismo y dogmatismo y en construir una herramienta que sirva para el control mutuo, para evitar los errores, para por ejemplo no dejar solo al PRS con los desafíos que tiene de cara a la revolución Venezolana.

Finalmente en una reunión luego del encuentro acordamos la realización del seminario en el mes de julio en Brasil y el avanzar en una página de internet abierta que funcione como un foro por el reagrupamiento internacional.

Repensar las tareas del sindicalismo en América Latina

En el Caracas Hilton, con mas de 70 asistentes realizamos la charla “Mundo del trabajo: reestructuración capitalista y nuevas formas de organización”, con la presencia de Ismael Hernández, dirigente de la UNT, Luis Bazán del Sipos de córdoba- Argentina, del compañero Paul Quelle, ferroviario, Néstor Segovia del cuerpo de delegados del subterráneo de Buenos Aires, Diego Ruarte del hotel recuperado Bauen y Jorge Sanmartino, integrante del EDI y de Praxis. En un intenso intercambio que duró más de tres horas, donde se relataron experiencias de los compañeros de Argentina en su lucha contra la burocracia

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Taller sobre el trabajo
sindical y el gobierno de Kirchner, recuperando los cuerpos de delegados y luchando por el salario, con las experiencias del control obrero en la petrolera PDVSA (Petróleos de Venezuela) en la lucha contra el paro patronal en el 2002, y de muchas fábricas bajo cogestión en el país y con la gran experiencia de formación de la UNT como nueva central sindical. Diego Ruarte explicó la experiencia de la gestión obrera en el Hotel y en otras empresas recuperadas en Argentina, graficando la capacidad de los trabajadores para hacerlas producir sin la intervención de los patrones. Luis Bazán denunció las políticas pro-patronales de la burocracia sindical argentina, y argumentó a favor de un nuevo sindicalismo democrático y clasista, ligado a la lucha emancipatoria. Sanmartino analizó el mundo del trabajo desde el punto de vista de la reestructuración del capital y la participación de América Latina en la división internacional del trabajo, en la que se puede ver cómo las grandes ganancias empresarias alentaron la fuga de capitales y cómo esa burguesía rentística solventa el consumo y crecimiento norteamericano, haciendo del continente una amplia zona que con desigualdades experimentó el desempleo estructural y la desindustrialización, la fragmentación y segmentación del mercado laboral. Sin embargo, en la región se expresaron nuevos sujetos de lucha como respuesta a las políticas neoliberales, que configuran parte del nuevo sujeto proletario, lo que exige del sindicalismo nuevas estrategias de lucha, no corporativas y de recomposición de la unidad clasista rota por la precarización y desindicalización, a la que los dirigentes tradicionales no supieron responder. Desde el público hubo numerosas preguntas e intervenciones de compañeros petroleros venezolanos, docentes universitarios de Brasil, sobre las condiciones para el surgimiento de un nuevo sindicalismo clasista y antiburocrático en el continente. Se hizo mención además a la experiencia del Movimiento Intersindical Clasista (MIC) que se viene impulsando en Argentina y el desafío de los trabajadores en el año que se inicia.

Debates en torno al futuro del socialismo

El Viernes 27 bajo el título “El futuro del socialismo: marxismo, poder y política” con la presencia en el panel de Chris Harman y de Jorge Sanmartino, en el lujoso Colegio universitario de Venezuela (instituto terciario estatal financiado por PDVSA) y ante más de 40 personas se armó un interesante debate sobre el socialismo del siglo veintiuno.

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Jorge Sanmartino junto a Cris Harman del SWP de Inglaterra
Chris Harman Señaló que tras la lenta recomposición del movimiento de masas iniciada con la huelga general en 1995 en Francia, las protestas de la juventud alter-globalización de los jóvenes de Seatle en 1999 y el posterior surgimiento del movimiento anticapitalista en Europa y Estados Unidos en la actualidad estamos ante tres ejes de la lucha de clases que son Irak, con el empantanamiento de Bush y Blair; Europa -aunque en menor medida- con las resistencias al desmantelamiento de los servicios sociales del viejo estado de bienestar y la formación de nuevas izquierdas anti-capitalistas a la izquierda de la socialdemocracia; y América Latina con los levantamientos de masas y el proceso revolucionario abierto en Venezuela. Refiriéndose a América Latina señalo que en Venezuela, como también en la Argentina en menor medida, tenemos un gobierno obligado a dar concesiones, que ha sido producto de la propia actividad de las masas y que el propio Chávez empezó a hablar de socialismo, impactando a la vez en la conciencia de las mismas. Señalo que hay grandes conquistas en salud y educación y un presidente que quiere ir hasta el final, pero hace falta más que un presidente, ya que no hay socialismo con pobres muy pobres y ricos muy ricos, y con gente pobre que al hablar en celular le da la plata a Cisneros (gran capitalista dueño de la telefonía celular, el canal Globo Visión entre otras empresas). Finalmente Harman señalo la tarea de echar a la burocracia y avanzar en el control desde abajo.

El compañero Sanmartino planteó que Chávez al poner en el tapete el debate sobre el socialismo pone en discusión nuevamente la idea de la política y el poder y cuestiona la idea autonomista del éxodo como única opción de resistencia, contra-cara de la despolitización neoliberal de la vida pública. Pero la experiencia latinoamericana de los últimos años demostró que la huída o la producción económica y política en espacios alternativos al capitalismo realmente existente, con su moneda, su mercado y su estado, no sólo no es posible sino que al rechazar la construcción de alternativas deja espacio para la recomposición de otras variantes políticas de centroizquierda, social-liberales, como los casos de Kirchner o Lula. A la vez existen otras visiones que creen que al socialismo se puede hacer desde un estado que aún es capitalista y que no ha producido una ruptura con la propiedad privada, siguiendo el modelo que hoy aplica Chávez. O de los que no aprendieron nada de la experiencia del este y creen que se puede “construir el socialismo” sustituyendo a las masas en las decisiones fundamentales. Sanmartino apeló a un leninismo libertario, que plantea el dominio de las masas sobre el conjunto de los asuntos públicos. Ese socialismo y ese poder es el que defendemos, el que pretende la extinción del estado y no su metamorfosis en un estado policial.

Tras las ponencias de los panelistas intervinieron compañeros de Perú, Colombia, España y Venezuela, refiriéndose a debates sobre como defender a Cuba de los ataques imperialistas cuando las masas están fuera del dominio de los asuntos nacionales, y asistentes que defendieron el modelo de Chávez de un socialismo que no es marxista, que es gradual y que necesita de alianzas estratégicas con el gran capital. Finalmente Chris Harman respondió que el socialismo del que hablaba el asistente era la misma perspectiva que había sostenido la socialdemocracia en Europa durante 100 años y que había fracasado.

Desarrollar el proceso revolucionario

El día sábado 28, muy temprano nos dirigimos a las afueras de la ciudad, en un predio recuperado, donde con más de 150 personas se realizó el acto del Partido Revolución y Socialismo.

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Stalin, Chirino y Hernandez en el acto del PRS
A las corrientes que participamos del taller por el reagrupamiento internacional se sumaron otros grupos como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) de Colombia, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de México, el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) de Brasil y otros. Presidieron la mesa Orlando Chirino y Stalin Pérez Borges, dirigentes de la UNT y Miguel Ángel Hernández, dirigente del PRS, que hablaron extensamente sobre la situación política venezolana y las tareas del PRS.

La Corriente Praxis de Argentina fue invitada a pasar al frente y dar un saludo, igual que las otras delegaciones internacionales (Intervención completa a continuación).

En el acto pudimos establecer nuevos contactos internacionales, como el compañero Paolo Gillardi del movimiento por el socialismo (MPS) de Suiza, que nos contó la experiencia de los socialistas en un país como suiza, con enormes beneficios sociales y con escasa tradición de lucha y donde además se hablan tres idiomas, obligando a editar el periódico en tres lenguas. Por ultimo mantuvimos un encuentro con el compañero Chris Harman, con quién discutimos la situación en Europa y la guerra en Irak, intercambiamos opiniones sobre la política de los revolucionarios frente a nuevos movimientos sociales y a nuevos sectores de lucha con ideología semi-reformista y también le expresamos nuestra idea de avanzar en un reagrupamiento internacional. Con otros compañeros quedamos en contacto, como con Francois Ollivier de la LCR.

El desarrollo de comunidades autónomas y la necesidad de profundizar la revolución

Por ultimo a la tarde estuvimos en la carpa montada por los compañeros del Movimiento 13 de Abril (M13). Compañeros de diversa extracción y tradición política, el M13 viene realizando una importante labor de organización popular en las comunidades, entre los indígenas y también de formación política. El M13 junto con otras organizaciones barriales y campesinas organizó durante el foro una numerosa movilización de activistas y movimientos sociales, que se proponen la profundización del proceso revolucionario en Venezuela. El movimiento lleva su nombre por las heroicas jornadas del 13 de Abril del 2002, cuando las masas bajaron de los cerros de Caracas y pusieron otra vez a Chávez como presidente. El movimiento es la confluencia de diversos movimientos populares y últimamente están discutiendo una mayor centralización política, entre otras cosas para concentrar sus reclamos y poder mantener de manera autónoma a sus movimientos, algo que a veces resulta difícil sin una clara construcción política independiente, algo que podría facilitarse en la confluencia con el sector clasista de la UNT y el PRS entre otros sectores revolucionarios. En ese debate están hoy sus integrantes. Queremos mencionar por último la hospitalidad de sus militantes con quienes hemos establecido una cordial amistad.

Finalmente participamos de la manifestación convocada por Chávez el día 4 de febrero, donde participaron cientos de miles de personas, una manifestación multitudinaria, de decenas de cuadras de largo provenientes de todos los rincones del país y que culminaron en la Avenida Simón Bolívar luego de marchar catorce kilómetros. En su discurso Chávez denunció los actos de espionaje de EEUU y enfatizó en la necesidad de fortalecer la reserva del ejército, frente a la presión cada vez mayor del imperialismo y “Mr. Danger”.


Saludo de Praxis en el acto del Partido Revolución y Socialismo

Compañeras y compañeros, reciban de los compañeros de Praxis de Argentina, un saludo, fraternal, socialista y revolucionario. A los compañeros de las delegaciones internacionales, a los compañeros de EEUU y Europa que están luchando contra el imperialismo guerrerista en sus propios países. A los compañeros de América Latina, que están protagonizando las rebeliones populares. Y a los compañeros de aquí de Venezuela que están dando una enorme lucha en este proceso revolucionario, los compañeros clasistas de la UNT y del PRS. Vinimos aquí a avanzar en el proceso de reagrupamiento internacional, en el que estamos trabajando hace más de un año. Y hoy tanto en Europa como en América Latina hay más posibilidades de avanzar en este reagrupamiento. Es verdad que muchas veces tenemos diferencias, es verdad que a veces discrepamos, pero también es verdad que estamos juntos en la lucha de clases y la tarea que tenemos por delante es someter a la lucha de clases nuestras políticas, nuestras acciones y nuestras diferencias y eso muchas veces no lo hacemos en nombre de un falso centralismo democrático. Entonces hoy tenemos la oportunidad de avanzar en el reagrupamiento internacional y nos hemos puesto de acuerdo en varios puntos en ese sentido. Vinimos también aquí a Venezuela a aprender, a escuchar, a mirar, a contribuir y a apoyar el proceso revolucionario que están viviendo todos ustedes. Sabemos del enorme desafío que tienen los compañeros en la UNT para imponer un sindicalismo revolucionario y democrático. Sabemos del enorme desafío que tienen los compañeros del PRS de seguir avanzando, de seguir confluyendo con sectores obreros, campesinos, barriales, estudiantiles y populares, de todos aquellos que quieran seguir profundizando el proceso venezolano en el camino de la lucha anticapitalista, socialista y revolucionaria.

¡Viva la revolución venezolana, vivan los compañeros clasistas de la UNT, viva el PRS.!